Hoy, al atender el teléfono que insistentemente exigía atención, mi mundo se vino abajo...
Entre sollozos y lamentos, la voz del otro lado de la línea meinformaba que mi mejor amigo, mi compañero de jornada, mi hombro camarada, había sufrido un grave accidente, falleciendo casi instantáneamente...
Recuerdo haber colgado el teléfono, y caminado a pasos lentos hacia mi cuarto, mi refugio particular...
Las imágenes de mi juventud llegaron casi instantáneamente a mi mente...
Las charlas hasta altas horas de la noche...
Los amores no correspondidos...
La universidad...
Las confidencias al oído...
La complicidad...
Las sonrisas....
AHHHHH... Las sonrisas.... Cómo eran fáciles de surgir en aquella época!!
Recordé la graduación... Un nuevo horizonte surgiendo... Las lágrimas y despedidas...Y principalmente, las promesas de nuevos encuentros...
Recuerdo perfectamente cada facción y razgo del mejor amigo que tuve en toda mi vida. En sus ojos, la promesa de que YO nunca sería olvidado. Y realmente, nunca lo fui...
Perdí la cuenta de las veces en que él cariñosamente me llamaba cuando yo estaba en el fondo de un pozo...
...o de los mensajes, que nunca respondí, los cuales constantemente me enviaba, llenando mi buzón postal eletrónico de esperanzas y promesas de un futuro mejor.